Elecciones de vida


A algunos de nosotros

nos llega el implacable día

a pedirnos que elijamos

y pronunciemos por voluntad o decisión

el gran SI o NO.

Quien lleve dentro de sí la palabra afirmativa

será escuchado,

todos los caminos de su vida se iluminarán

y todas las recompensas coronarán su paso.

Pero aquel, el que niega,

nadie podrá decir que miente.

Repetirá su NO en voz alta si se insiste,

está en su derecho.

Sin embargo por cosas tan triviales

un NO en lugar de un SI

toda su vida se hunde y se ahoga.


Constantino Kavafy

«Toda relación se convierte en un ser vivo que ha sido engendrado por dos soñadores…»


Todo ser humano tiene un sueño personal de la vida y ese sueño es completamente diferente del sueño de cualquier otra persona.

Soñamos en concordancia con todas las creencias que tenemos y modificamos nuestro sueño según sea nuestra manera de juzgar, según sean nuestras heridas. A eso se debe que los sueños nunca sean iguales para dos … personas. En una relación podemos fingir que somos iguales, que pensamos de la misma manera, que sentimos lo mismo, que soñamos lo mismo, pero eso es del todo imposible.

Hay dos soñadores con dos sueños.

Cada soñador soñará su sueño a su manera. Este es el motivo por el que necesitamos aceptar las diferencias que existen entre dos soñadores; necesitamos respetar el sueño de cada uno.

Es posible mantener miles de relaciones a la vez, pero cada una de esas relaciones es sólo entre dos personas y no más de dos. Yo tengo una relación con cada uno de mis amigos y sólo tiene lugar entre los dos.

Tengo una relación con cada uno de mis hijos y cada relación es completamente distinta de las otras.

Según el modo en que sueñen estas dos personas se creará la dirección del sueño que denominamos relación. Cada relación que tenemos -con mamá, papá, los hermanos, las hermanas, los amigos- es única porque soñamos un pequeño sueño juntos.

«Toda relación se convierte en un ser vivo que ha sido engendrado por dos soñadores…»

Casa Abierta – M.A. Ruiz

Los ciclos de la luna – Energia femenina


Desde la más remota antigüedad la actividad humana reconoce el influjo de la luna. ¿Podemos en nuestros días aprovechar esta antigua sabiduría?

Actualmente sabemos que las lunas llena y menguante influyen tanto en el crecimiento de las plantas como en el estado de salud. A mediados de mes, el organismo humano se comporta como un pequeño océano, ya que el 70 o el 80 por ciento del mismo esta compuesto por agua (en las mujeres el porcentaje es todavía mayor). Llega el momento de luna llena, y se produce una sucesión de mareas matutinas y nocturnas en nuestro cuerpo.

El ejemplo más obvio de los efectos causados por los cambios periódicos de la luna, es la menstruación de las mujeres. La experiencia muestra que si la menstruación llega a mediados de mes, luna creciente, será mas abundante, y al contrario si sucede en luna menguante, en el período de de marea descendente.

Según la medicina tradicional china, la circulación de la sangre y de la energía vital guarda una estrecha relación con los periodos lunares. Por esto resulta preciso regular y estimular el flujo de la energía vital y de la sangre antes y después de la menstruación.

Luna Nueva:
Luna negra, relacionada con el arquetipo de la sabia, de la bruja. Es una etapa de profunda transformación interior, de oscuridad en la que se generan todas las formas de la existencia.
Es un momento pasivo, de introspección, cuando las energías físicas están al mínimo, pero se activan todas las psíquicas.
Es un momento perfecto para desprenderse de lo viejo e inservible, y para sentir, para estar en silencio y percibir la energía de todo lo que nos rodea, para dejar la acción y estar receptivos…
Cuando la luna empieza a crecer llega el mejor momento para emprender cualquier idea, proyecto o deseo que haya surgido de este estado de interiorización, llega la época para sembrar. Esta etapa contiene el impulso para la fase posterior de crecimiento.

Luna Creciente:
La luz crece. Esta asociada con el arquetipo de la virgen, la que esta receptiva a cualquier experiencia nueva, con énfasis y alegría. Aquí empiezan a manifestarse las energías que hemos recibido en la etapa de la bruja. Es un tiempo de acción física y social, para ponernos en movimiento.
Ahora la energía es radiante, mundana, y extrovertida. La semilla que plantamos ha brotado.

Luna Llena:
La luna es un espejo, refleja toda la luz del Sol, es el momento de plenitud de florecimiento, el tiempo de los frutos.
Esta fase la asociamos al arquetipo de la madre, la que nutre y sustenta todas las formas de vida.
La energía esta en su máximo esplendor. Si en este momento estamos equilibrados podemos percibir las energías mas sutiles y elevadas, captar las relaciones con los demás de una forma sencilla, humana y plena…En esta etapa aumenta nuestra sensibilidad.

Luna menguante:
Es el momento de recoger los frutos, de evaluar lo que sembramos consciente e inconscientemente.
Fase asociada al arquetipo de la doncella. La que puede experimentar toda la energía sexual sin miedo, libremente.
Entre la luna llena y la luna nueva, el cuerpo tiende a eliminar las toxinas, optimizando los efectos de una dieta depurativa.
El ciclo lunar se cierra, y en esta etapa comenzamos a dirigir de nuevo toda la energía hacia nuestro interior. Es hora de purificar, de relajarnos, centrarnos, y compartir aquello que hemos aprendido, y conectar con nuestros deseos para volver a sembrar.

http://www.mapelsa.net

Los Procesos Fisiológicos del ciclo Menstrual


El ciclo menstrual puede dividirse en cuatro fases:

– La fase menstrual (la matriz se desprende de su revestimiento).
– La fase preovulatoria (los folículos ováricos maduran).
– La fase ovulatoria (el ovario desprende un óvulo maduro).
– La fase premenstrual – bajan los niveles de estrógenos y progesterona.

La menstruación supone el final de un ciclo y el inicio de otro nuevo. El primer día del sangrado es el “día uno “. Si no se produce la concepción e implantación del óvulo entre los diez y dieciséis días posteriores a la ovulación, el cuerpo deja de prepararse para un eventual embarazo. El revestimiento de la matriz se colapsa y se expulsa mediante la pérdida de sangre.

En la fase premenstrual la mujer se puede sentir deprimida, tensa, hinchada e incómoda. Se puede presentar dolor de espalda o en los pechos durante los días anteriores al sangrado.
La medicina convencional (desde un enfoque masculino) tiende a sobrevalorar la fase “reproductiva” del ciclo (la ovulación) y suele ver a la mujer fundamentalmente como criadora, despreciando así la faceta menstrual.

Esta hemorragia así despreciada dio origen al “Síndrome Premenstrual“ (SPM).
La menstruación fue siempre malmirada y eso se advierte en expresiones como:
“estar con la maldición”, “estar indispuesta”o “esta de mala luna”.
Frases como estas nos hablan de enfermedad y no realmente de salud, cuando la menstruación es la generadora de la vida. Este rechazo de la menstruación simboliza el rechazo de la feminidad. El tabú que rodea a la menstruación favorece en muchas mujeres la falta de autoconfianza y autoaceptación. Es muy probable que si la sociedad viese la menstruación desde otra óptica, muchos trastornos menstruales desaparecerían y entre ellos el Síndrome Premenstrual.

Ya la palabra “síndrome“ tiene una fuerza tan poderosa que lo convierte prácticamente en una enfermedad. Tal vez cambiarían las cosas si se hablase de “la fuerza premenstrual”.
De todos modos no podemos negar que el SPM exista y que de acuerdo a su intensidad deba ser tratado desde un enfoque integral.

Sería importante cambiar la actitud médica y social frente a la menstruación, el parto y la menopausia, considerándolas etapas normales de la mujer y no como ocurre muchas veces como enfermedades.

Cuando la mujer no ha prestado atención a sus necesidades, las emociones reprimidas al no tener un adecuado lenguaje para expresarse, se manifiestan en el cuerpo en forma de enfermedad o afectan lo anímico y emocional, favoreciendo la irritabilidad, la hipersensibilidad e incluso la propensión a los accidentes.

El ciclo menstrual tiene dos polos culminantes: la ovulación y la menstruación.

Desde la ovulación hasta el momento del sangrado, se manifiesta el punto máximo de la sexualidad y esto permite acceder a toda la energía creativa, y dirigir todas las energías hacia el interior. Al acabar la menstruación, o sea el sangrado, nos dirigimos con fuerzas renovadas hacia la actividad exterior, de nuevo hacia la ovulación Si tomamos conciencia de las energías que se mueven en todo el ciclo, la transición de un estado a otro será mucho más fácil., Solo el hecho de conocer nuestros ciclos y las emociones que despiertan, aligerara nuestra vida.

“El período es el símbolo de un cuerpo sano que está en sintonía con la Madre Naturaleza.”

Es cuando no se acepta la menstruación como algo totalmente normal, que ocurren los famosos síntomas del SPM. Muchas mujeres viven el retiro de la menstruación con felicidad, por los problemas que supuestamente ésta acarrea.

Lo ideal sería la aceptación de este período que se repite mes a mes y aprender a transitarlo aprovechando la energía que despierta, más que padecerlo.
Lo normal es que durante la menstruación la mujer sea más consciente de su cuerpo, que se vuelva más introspectiva y aproveche ese momento para un mayor contacto consigo misma.
La menstruación debería ser un período de reflexión y meditación.
La hipersensibilidad (agudización de los sentidos) debe ser aprovechada para tomar más conciencia de los colores, los sonidos, los sabores y otras sensaciones.
Se puede desarrollar más la creatividad. El pensamiento positivo ayuda a amar más nuestro cuerpo y sus funciones, esto eleva la imagen positiva de sí misma.
En el pasado, los curanderos utilizaban la menstruación como fuente de inspiración ya que las visiones y profecías se presentaban con mayor claridad, las mujeres controlaban la agricultura gracias a la observación de la luna y sus ciclos.
El sangrado permite entrar en contacto con un estrato más profundo de la vida interna, sueños, deseos, intuiciones etc. Los síntomas físicos y emocionales que suelen presentarse, representan un conflicto entre la actitud conciente y las que dejamos en el cajón o reprimimos, las inconscientes.

Desde lo espiritual la menstruación es considerada como “el símbolo de la unidad”. Al igual que los ciclos de la luna y las plantas, la menstruación representa la regeneración de la vida.
Ocurre a menudo que el deseo sexual aumenta durante la fase premenstrual, como también que haya rechazo a las relaciones sexuales durante ese momento.
El aumento de la energía sexual implica totalidad y deseo de una intimidad más profunda, y no es simplemente aumento del apetito sexual. Hay una sexualidad iniciática que llega a su cumbre durante esta fase, donde la pasión y la creatividad están en su punto culminante.
De todos modos, cada mujer es un ser único e individual y lo que sintiere en ese momento debería ser respetado.

Remedios naturales o alternativos para las menstruaciones dolorosas:
· Colocar una bolsa de agua caliente en la zona del abdomen o bien aplicar hojas de repollo blanco previamente aplanadas y sobre éstas una almohadilla eléctrica o paños calientes
· Aromaterapia: manzanilla, salvia, ciprés, enhebro, limón, romero.
· Infusiones de manzanilla y valeriana, tanto en infusión como en comprimidos de extracto.
Recueda que los consejos de salud son eso, consejos. Consulta con tu médico o terapeuta.

EMPRESA

EL CICLO MENSTRUAL Y SUS DONES (POR JEAN SHIMODA BOLEN)


EL CICLO MENSTRUAL Y SUS DONES (POR JEAN SHIMODA BOLEN)

El ciclo menstrual es lo más básico y terrenal que tenemos. La sangre es nuestra conexión con lo femenino arquetípico…………….

La menstruación es un prodigio biológico con efectos muy beneficiosos sobre el cuerpo femenino. La ciencia está descubriendo que los efectos del ciclo menstrual en el organismo son más y mejores de lo que creían.
También actúa como un sistema de autolimpieza mensual que protege el aparato genital femenino, y los estrógenos refuerzan las defensas del organismo, aumentando la resistencia de los glóbulos blancos.
Pero a nivel psicológico, el ciclo menstrual rige la INFORMACION Y LA CREATIVIDAD. Recibimos y procesamos información de forma diferente en las distintas fases del ciclo
Hay 2 formas de explicar los ciclos y el tipo de psiquismo asociado.

EXPLICACIÓN BASADA EN LA DRA. NORTHRUP

Estas son las fases y características del ciclo menstrual:
FASE FOLICULAR: desde el comienzo de la menstruación hasta la ovulación

  • Estamos madurando un óvulo y de forma simbólica preparándonos para crear otro ser.
  • La ovulación que ocurre a mitad del ciclo viene acompañada por un brusco aumento de la hormona foliculoestimulante y la hormona luteinizante. El aumento del nivel de estrógeno que acompaña esto se ha relacionado con un aumento de la actividad del hemisferio cerebral izquierdo y una disminución en el derecho.
  • En el plano de la iniciativa e ideas esta 1ª parte del ciclo es una muy buena época para iniciar nuevos proyectos. porque la ovulación representa la creatividad en su estado máximo.
  • Muchas mujeres se encuentran aquí en la cima de expresión en el mundo exterior:energía extrovertida y animada, llenas de entusiasmo e ideas: somos fértiles en todos los sentidos.
  • En muchas mujeres el deseo sexual está en su apogeo a mitad del ciclo y nuestro cuerpo secreta en el aire hormonas que se asocian al atractivo sexual. Nuestra sociedad aplaude esto y nosotras lo interiorizamos como buena fase del ciclo. En el libro se narra el caso de una camarera que recibe más propinas a mitad de su ciclo, cerca de la ovulación.

FASE LUTEA: desde la ovulación hasta el comienzo de la menstruación

  • Las semanas siguientes a la ovulación que conducen a la menstruación, es un periodo de evaluación y reflexión en que se contempla lo que se ha creado y los aspectos negativos o difíciles de nuestra vida que necesitamos cambiar o modificar.
  • Hay mujeres que en este momento prefieren hacer tareas rutinarias que no requieren pensamiento expansivo.
  • En esta fase nos retiramos de la actividad exterior de modo natural y nos dedicamos más a la reflexión. La sociedad no se muestra tan entusiasta como con la fase folicular porque necesitamos tiempo para descansar y alejarnos de nuestros quehaceres diarios, algo mal visto. Y por eso juzgamos malas e improductivas la energía, emociones e introversión premenstruales.
  • La mente y el cuerpo se ralentizan de algún modo y replegamos la energía hacia dentro por efecto de varias hormonas sobre todo la progesterona que prepara el útero por dentro para recibir el óvulo fecundado. Este aumento de la progesterona hace que nuestra temperatura corporal suba un grado.
  • No hay que tener miedo a este periodo de oscuridad en que la fuerza vital y el ánimo disminuyen. Es tan necesario como el otoño para que la naturaleza resurja en primavera.
  • La fase lutea es cuando las mujeres están más sintonizadas con su saber interior,con lo que no funciona en su vida y con la capacidad de transformarlo. Está demostrado que los sueños son más frecuentes y mas gráficos durante la fases pre-menstrual y menstrual porque hay más acceso al inconsciente.
  • También hay evidencias científicas de que antes de la menstruación se activa más elhemisferio cerebral derecho, el relacionado con la intuición, y disminuye la actividad del izquierdo.
  • Todos los sentidos se agudizan: los sonidos, los sabores, los olores, las sensaciones…
  • Muchas mujeres tienen sus mejores ideas antes de la menstruación.
  • Muchas mujeres se sienten mas conectadas con su dolor personal y el dolor del mundo y somos mas propensas a llorar.
  • Antiguamente se respetaba muchísimo la capacidad para profetizar y comunicarse con los espíritus en esta fase:
  • En muchas sociedades primitivas la mujer post-menstrual ostentaba el rango de adivina y hechicera.
  • En la asamblea lunar de los indios americanos las mujeres que menstruaban se reunían para soñar juntas y salían inspiradas e inspiradoras para los demás.
  • ¿Y cómo se traducen estas características psíquicas en la vida y las estadísticas? Linda Valins, la autora de “Cuestiones íntimas” nos aporta estos datos:
  • El 84% de los crímenes cometidos por mujeres están dentro de la fase pre-menstrual
  • La mitad de las mujeres que ingresan en psiquiátricos también están en esta fase cuando tienen el brote de locura
  • En los exámenes la notas académicas bajan los días antes y después de la menstruación
  • Las mujeres son mas proclives a accidentes esos días

Por tanto, la regla no es un incordio intrascendente con el que nuestro sistema endocrino nos castiga cada mes.
Tiene su función y además nos regala dones e información que nosotras, mujeres modernas tan estresadas, no sabemos ni ver ni aprovechar. Pero podemos cambiar¡¡¡¡¡

EXPLICACIÓN BASADA EN MIRANDA GRAY
Profundizando más en el tema, aparecen personajes nuevos como la luna y los arquetipos femeninos.
En las leyendas, mitología y cuentos populares se establece un paralelismo entre el ciclo de las estaciones, la luna y las energías que experimenta la mujer en el ciclo menstrual:
Luna Creciente: LA DONCELLA

  • Representa el aspecto enérgico y dinámico: la luz y claridad de la luna creciente
  • Se le asocia al color blanco
  • PRIMAVERA
  • Es la fase PRE-OVULATORIA: desde el fin del sangrado hasta el comienzo de la ovulación
  • Energías llenas de diversión y entusiasmo de la mujer dinámica y radiante, confiada, firme, ambiciosa, sociable y capaz de afrontar los desafíos de la vida mundana
  • Mujer centrada en si misma y con gran poder de concentración con el que puede prosperar en el trabajo
  • Momento idóneo para encarar nuevos proyectos

Luna Llena: LA MADRE

  • Símbolo de la fertilidad y la nutrición: refleja la intensa luz de la luna llena
  • Color rojo
  • VERANO
  • Es la fase de la OVULACIÓN:
  • Es la expresión interna y externa del amor: mujer protectora, capaz de asumir responsabilidades, alimentar y dar sustento
  • Se pierde el interés por la propia persona y te centras en los demás seres
  • Desafortunadamente nuestra sociedad ha degradado y desprestigiado las cualidades arquetípicas que caracterizan a la madre (cuidado, entrega, …). Nuestro sistema económico, explotador al máximo, no asocia la inteligencia, fortaleza y sabiduría con la maternidad, sino con la energía de la doncella: FUERA DE CASA.
  • Y así nos va: ¡una sociedad des-madrada¡. Hablaremos de eso en un futuro artículo de crianza, que será demoledor.

Luna Menguante: LA HECHICERA

  • Color azul
  • Fase PRE-MENSTRUAL: desde la ovulación hasta la menstruación
  • OTOÑO
  • Representa el descenso hacia el aspecto interior de la naturaleza femenina: misterio, magia, pasión, poder femenino, magnetismo y atracción.
  • Aumento de la sexualidad, creatividad, conciencia, intuición y ensoñación.
  • Es una creatividad tremenda y desenfrenada

Luna Nueva: LA BRUJA

  • Fase de la MENSTRUACIÓN
  • Color negro: la oscuridad de la luna nueva o menguante
  • INVIERNO
  • Representa la sabiduría y la estabilidad: los poderes del mundo interior: se retiran las energías del mundo terrenal para centrar su conciencia en el mundo espiritual.
  • Es la fase de introspección: de dormir y soñar y frenar el ritmo de vida

Se podría hablar largo y tendido de los arquetipos femeninos pero este documento sólo pretende demostrar que:
Las mujeres somos cíclicas como la vida y la Tierra, y no lineales como nos han hecho creer y desear ser.
Y, es mejor (y más sabio y rentable para nosotras) ir a favor de la vida que en contra.
La menstruación es un tiempo sagrado que nuestra cultura no honra.
La información menstrual es reflexiva e intuitiva.
Nos la transmiten lo sueños, emociones y anhelos.
Cuando bloqueamos continuamente esta información porque nuestra sociedad solo valora lo que podemos entender racionalmente, ésta vuelve en forma de síndrome pre-menstrual (SPM).
El SPM es una consecuencia de no respetar nuestro cuerpo y su necesidad de subir y bajar como las mareas……………..
No atendemos nuestra necesidad de descansar.
Los fármacos eliminan los síntomas del SPM,pero la causa verdadera del malestar, que es el hecho de ser mujer y los dones que esto conlleva, no se puede remediar…..

“Nuestro ciclo es como el ciclo de una planta. Existe un tiempo indicado para plantar las semillas, para crecer y desarrollar ramas, para soltar semillas y para volver a nuestras raíces”Annie Shaw

Fuente: http://wwworientar.blogspot.com

Cómo aprovechar las cuatro fases lunares


En un año la Luna realiza trece recorridos en torno a la tierra, es decir que se producen trece lunaciones. Cada lunación dura aproximadamente 29 días y se divide en cuatro etapas llamadas FASES.
Esta cientificamente probado que la luna nos influye en nuestro estado de ánimo, varía nuestra vitalidad, capacidad intelectual, sensibilidad, etc. Su ciclo, afecta con la vibración específica según la fase en que se encuentra. En general podemos decir que la luna creciente es ideal para todo lo que tenga que ver con aumentos, con crecimiento, con nacimiento, y la luna menguante ayuda a disminuir todo lo que hagamos.
Un ejemplo sería, si lo que queremos es cortarnos el pelo, lo haremos un día con la luna en fase creciente, ya que de esa forma el pelo que nos cortamos crecerá con mas vitalidad y mucho mas rápido, pero por el contrario si lo que queremos es depilarnos, tendremos que hacerlo un día donde la fase de la luna esté menguante, porque lo que deseamos es que ese pelo no crezca rápido ni fuerte. Durante la Luna Creciente existe la posibilidad de sufrir más hemorragias que en el período Menguante. Por lo tanto la extracción de dientes, cirugías estéticas, etc… nunca se debe hacer en Cuarto Creciente.

LUNA NUEVA
MOMENTO ESPECIAL PARA HACER AYUNO
Luna Nueva es cuando el Sol y la Luna se encuentran en conjunción, la Luna no es visible porque se eleva en el horizonte junto con el Sol.
La Luna Nueva simboliza el inicio de un período, este período es de una gran energía. Puedes sentir un fuerte deseo de iniciar alguna cosa pero sin saber realmente que. En esta fase lunar es posible que te sientas perturbado por lo que es conveniente
No tomar ningún tipo de decisión importante.
No asumir responsabilidades o actividades importantes durante los tres días luego de la luna nueva pues estarás algo confuso y con estrés.
Podrás eso sí, planificar y meditar sobre lo que desees poner en marcha durante los próximos 28 días.
Evita las discusiones, es aconsejable que te mantengas tranquilo y no hacer actividades que necesiten mucha atención o desempeño personal.
Durante este período se recomienda iniciar dietas para bajar de peso. El ayuno es recomendable en esta fase lunar como se indica en “La dieta de la Luna”.
Si te cortas el cabello en esta fase lunar crecerá más rápido.
Se recomienda no depilarse durante luna nueva ya que el vello crecerá más rápido.
Es un tiempo favorable para abonar y arar el suelo, óptimo para la siembra de grama si se acompaña de tiempo lluvioso.
Es la fase indicada para acumular energía. Solo hay una luna nueva al mes y sus efectos influyen en mayor medida un día antes y otro después.

LUNA CRECIENTE
Es cuando el Sol y la Luna se encuentran en un ángulo de 90 grados y vemos “la media luna”, como una “D”, porque el Sol ilumina sólo la mitad de la cara de la Luna.
En esta fase, el cuerpo presenta una disposición natural a absorberlo todo en mayor cantidad o más rápido. La inteligencia se torna más clara, diáfana, es aquí cuando de nuestro esfuerzo depende el éxito o la buena culminación de lo iniciado en el período anterior En estos días se es más objetivo. Buena fase para la productividad y la aceleración de los trabajos cotidianos. El cuarto creciente favorece:
La firma de contratos, exposición de trabajos, hacer relaciones públicas y reorganizar los negocios.
En las actividades que están en marcha, pueden surgir nuevas cosas o algunas dificultades.
En esta etapa los fluidos ascienden generando el crecimiento de lo que encuentren a su paso, por eso es una fase adecuada para el desarrollo.
La Luna creciente es favorable para introducir cambios en viejos hábitos, modos de pensar, actuar y sentir.
Las plantas, cuando son abonadas y cuidadas en esta fase, crecen rápidamente.
También es favorable para plantar cualquier variedad de flor.
No debes depilarte en esta fase ya que el vello crecerá rápidamente.
Es buena para potenciar el crecimiento del cabello, por lo que es recomendable cortarse el cabello o las puntas.
Está fase está durante alrededor de 13 días al mes.

LUNA LLENA
Es cuando el Sol y la luna se encuentran en oposición, es decir guardan una distancia de 180 grados, el Sol ilumina de frente toda la cara de la Luna por eso la vemos completamente iluminada y redonda.

Los efectos de esta lunación se prolongan un día antes y otro después, su punto de máximo crecimiento da momentos de plenitud y exaltación. Todo lo que fue planificado y meditado durante la Luna Nueva y realizado en la Luna Creciente llegará a su máximo desarrollo, es en este ciclo cuando vemos el resultado de lo que sembramos y cuidamos con amor y dedicación. Durante esta fase sentirás la necesidad de expandirte social o mentalmente. Las personas se tornan más receptivas, las relaciones sociales más favorables.No es buen momento para someterse a cirugías durante esta fase, dado a que el riesgo de hemorragias es mayor. El día de luna llena suele estar marcado por un gran movimiento, excitación, alegría y expansión de las masas en general. La fase de luna llena favorecerá:
La comunicación de tus ideas y la puesta en marcha de todos tus proyectos.
Si quieres que algo sea muy comentado, difundido y conocido, debes realizarlo ocho horas antes o después de esta fase.
La luna llena favorece a los enamorados ya que actúa como un afrodisíaco e invita al amor.
Si tienes un cabello muy fino y quieres aumentar su volumen debes cortarlos en luna llena
Optimo para realizar cualquier tipo de tratamiento capilar ya sea médico o de belleza como tinturas, permanentes etc.

LUNA MENGUANTE
Es cuando el Sol y la Luna se encuentra nuevamente en un ángulo de 90 grados, esta vez la mitad de la cara de la Luna se ve iluminada formando una”C”.

Esta fase es ideal para la reflexión de los proyectos y acciones emprendidas. Representa un período final y al mismo tiempo el momento de prepararte para un nuevo ciclo de experiencias. Es tiempo para finalizar con los detalles y cabos sueltos. Es en este momento cuando realizamos la experiencia de tomar lo que nos lleva al crecimiento interior y de desechar todo lo que pueda significar un obstáculo en nuestro proceso evolutivo.La luna menguante es favorable para:
Descansar, relajarse y comenzar a usufructuar de los cambios y acontecimientos.
Los proyectos que ya están encaminados deben ser concluidos; de lo contrario, existe el peligro de la dispersión e indefinición.
Este período es también ideal para realizar el ayuno de la “dieta de la luna” ya que el organismo resistirá mejor y te ayudara a mantenerte con el peso deseado.
También es muy buen período para iniciar cualquier tipo de tratamiento medico, de limpieza o depuración como el cuidado de la piel, no referido al aseo cotidiano o la aplicación de cremas, sino el cuidado de una piel con problemas como acne impurezas, granos y similares, ya que casi nunca quedan marcas durante luna menguante, por ejemplo utilizando mascarillas faciales especiales.
El cabello cuando es cortado en esta fase crece lentamente, más grueso y con la raíz mas fortalecida.
Si vas a depilarte, hazlo en esta fase, ya que retardará el crecimiento del vello y al mismo tiempo lo debilitará.
Si quieres trasplantar alguna planta o exterminar insectos, esta fase lunar es la mas indicada
Dura unos 13 días, y puedes dedicarlos para hacer aquellas actividades que te cuestan más esfuerzo, Es tiempo para madurar, disfrutar y expresarse completamente.

Enviadopor  IVANA GHILARDI

Víctoria Sandón, filósofa en busca de la mujer


TEXTO: MARILÓ HIDALGO – FOTO CEDIDA POR V. SENDÓN – REVISTA FUSIÓN (www.revistafusion.com)

Estudió los dos últimos cursos de la carrera en un sólo año para salir cuanto antes de aquella Universidad. “Estábamos en época del Franquismo y mi facultad era un espanto. El que no era cura, era del Opus Dei o falangista de esos que llevaban la camisa azul puesta todo el día”. Victoria se define como filósofa alternativa, “underground” como se dice ahora, y eso en aquellos tiempos era peligroso. Quizá por ello se refugió durante unos años en las aulas del instituto donde impartía clases. Desde siempre su debilidad ha sido polemizar con todo el pensamiento estereotipado: “Creo que hay que darle la vuelta a todo esto para descubrir las mentiras que nos han vendido como ‘realidad’ y encontrar una nueva lógica, un nuevo sentido a la vida donde la mujer sea la clave porque es la representante de la Diosa-Madre-Tierra primigenia”. Escribe, da conferencias, elabora documentales para televisión, viaja… y sigue buscando.-En tu artículo “La mujer y lo Sagrado” comentas que la mitología relativa a lo femenino ha sido totalmente pervertida y negada por la cultura patriarcal. Desde cuándo y para ocultar qué.
-Buena pregunta, como dicen los políticos. Existe una etapa anterior a la arqueología y comprobada científicamente, en la que se han descubierto sociedades no bélicas, igualitarias, solidarias -donde no existían armas- y que rendían culto religioso a la Gran Diosa-Madre de la Tierra. Se dedicaban a la agricultura, artesanía, arte, comercio… eran ya ciudades neolíticas. Cinco mil años antes de Cristo tuvo lugar una invasión en toda Europa de tribus patriarcales, guerreras, nómadas, sociedades básicamente de dominación procedentes de la zona euroasiática. Poco a poco invadieron el sur de Europa hasta llegar a Creta, el último reducto de ese modelo de sociedad matriarcal. Primero fue por la fuerza, pero la historia ha demostrado que la dominación sólo por la fuerza no pervive, así que lo siguiente fue cambiar la cultura, las creencias, los mitos, todo el orden simbólico: las diosas se convirtieron en dioses. Y hay una cosa muy curiosa, después de esto transcurren mil años de los que no se conoce absolutamente nada, se les denomina los “siglos oscuros”. Hasta que aparece un “nuevo mundo” con unos dioses impuestos, sociedades basadas en la dominación, donde la mujer es relegada y obligada al sacrificio y a la sumisión total. Las armas serían el matrimonio y la familia patriarcal. La misma palabra familia, significa grupo de esclavos, hijos y mujeres al mando de un patriarca. Ahí empieza la llamada “dominación simbólica”, dominación asumida inconscientemente que se ha perpetuado de generación en generación.

-¿Aquellas sociedades bélicas tuvieron miedo de las sociedades matriarcales?
-Estoy convencida, aunque científicamente es difícil de demostrar. Pero si miras a la historia existe un componente de miedo ante las mujeres con poder, por eso se las ha tachado de brujas o magas y se las ha quitado del medio. Igual que los malos tratos tienen mucho que ver con la inseguridad del propio varón ante el despertar y el predominio de la mujer, y no como consecuencia de esa tontería que dice la Conferencia Episcopal de la liberación sexual. Cuando estudias los mitos, ves que en los femeninos existen dos versiones, una anterior a la dominación y otra posterior. Las grandes diosas pasaron a formar parte del Olimpo de los dioses. ¿Desde cuándo Atenea ha nacido de la cabeza de Zeus? Atenea era la diosa de la serpiente que luego fue transformada en lo que conocemos.

-¿Por qué relacionas a la mujer con lo Sagrado?
-En la antigüedad existían religiones que estaban muy unidas a la naturaleza, conocían sus leyes, se adaptaban a ellas y las utilizaban. ¿Qué mejor representante de la naturaleza que una Diosa Madre, la Madre Tierra? Aquí, lo divino es inmanente, es decir, podemos ser cualquiera de nosotros. El acontecimiento más sagrado es dar a luz a un nuevo ser y en eso, la mujer es fundamental. Es la única que puede crear vida. Así que cuando llegan las “otras religiones”, lo primero que hacen es separar a la mujer de la naturaleza y le dicen: “dominarás la tierra”… ¡Pero si no tenemos que dominar nada! Somos Tierra porque somos representantes de esa Diosa Madre, y eso abarca muchas más cosas.

-¿Cómo se descubre esto?
-Hablamos de lo Sagrado que va unido a la vida, a la realidad cotidiana. Algo que no tiene que ver con las religiones. Se trata de encontrar el sentido de la vida, la dimensión sagrada que tiene.Estoy obsesionada con el Mito de la Caverna de Platón, que es como la película de Matrix. Nosotros estamos en un mundo que creemos que es lo real, cuando es prefabricado, donde además nos han vendido cómo lo tenemos que vivir, enfocar y pensar. Hemos perdido el sentido de la vida y sólo nos queda la supervivencia. ¿Qué es sobrevivir en este mundo? Pues hipotecar tu vida para comprar un piso, coche, etc. Te hacen ver que ésta es tu realidad y tenemos que salir de aquí, de esta caverna, de este Matrix para poder encontrar lo real. Pero al mismo tiempo, para que podamos vivir sin rechistar en medio de todo esto, no sólo nos han ofrecido mercancías sino también subjetividades: un modo de pensar, actitudes para estar en este mundo, etc. ¿Cómo nos crean estas subjetividades? Pues a través de los medios de comunicación que nos lavan el cerebro continuamente para que nos encontremos a gusto.

-¿Cómo conectar con esa realidad?
-Hay que dar la vuelta a todo, encontrar las mentiras, las falsedades, los engaños la dominación que ejercen continuamente sobre nosotros: felicidad, consumo, fama, bienestar, progreso, dinero… y encontrar una nueva lógica que nos ayude a desvelar el sentido oculto de lo que nos están vendiendo para encontrar un nuevo sentido a un nuevo orden de civilización. Salir de la Caverna es la nueva dimensión de lo Sagrado que exige actitudes nuevas, interiores, que den al traste con lo establecido.

-Es curioso que coincidan en este momento libros y películas a la hora de reflejar estos dos mundos: el que nos venden como real y el auténtico que en realidad está oculto.
-¿Sabes por qué? Porque creo que estamos cerca de vivir un profundo cambio. Esto que nos rodea no se puede mantener mucho más porque ha empezado su decadencia y puede venirse abajo en dos minutos. Pero este cambio sería muy fuerte. Hablamos de un cambio que debe de realizarse hacia algo que no existe, y esto es muy fuerte. Todas estas coincidencias de las que hablas se producen porque creo que no existe un pensamiento individual, sino que hay algo ahí, que si tú tienes las antenas preparadas, captas. Se intuye algo muy fuerte, y hay muchas señales. Y todo este cambio provocará en las mujeres un detonante que haga saltar por los aires esa dominación simbólica que aún tenemos -como intentar meternos en una talla 36-. Todo esto terminará cuando la mujer se encuentre con lo Sagrado, el auténtico sentido de la vida.

-Dices que el ser humano es un conjunto de símbolos cifrados y que la mujer debería descubrir su propio código secreto porque el que le han enseñado ha sido impuesto por el orden patriarcal.
-He estudiado mucho cómo eran en el origen los arquetipos femeninos y es impresionante ver cómo le dieron la vuelta a todo. Las diosas eran poderosas, independientes, benéficas. Bajo los signos patriarcales pasan a ser maléficas, supeditadas a un dios y sometidas al ridículo -el método más fácil para desprestigiar a alguien-. Esas claves primigenias están dentro de cada una de nosotras y aún no las conocemos: fuerza, capacidad, potencial, inteligencia, poder. Para descubrirlas tenemos que quitarnos de encima la inseguridad y potenciar al máximo la creatividad. Con ella podríamos comernos el mundo como un sandwich.

-Hablando de símbolos, contrapones el mito del Falo con el mito del Santo Grial que lo aproximas a lo femenino. ¿Qué es en realidad?
-Existen mitos que están en nuestro inconsciente y que van tomando distintas formas a lo largo de la historia. Este Grial era el antiguo caldero donde se hizo el mundo, donde la Madre Tierra de algún modo gestó el mundo. Es el vientre que luego pasó a ser el caldero de las brujas -mujeres sabias que conocían los misterios de la naturaleza-, y que pronto fue destruido por el conocimiento de curas, teólogos, médicos… El caldero es el vientre de la Diosa, la Madre de donde surgen todos los seres vivos. Y como todo eso es temido por la cultura patriarcal pues primero lo subliman, “Santo Grial”, “copa de Cristo”; luego se hace inalcanzable: clave de la sabiduría, inmortalidad; y por último, se convierte a todo ello en masculino. En el fondo están dejando patente que la clave de todo está ahí, en el caldero, en el vientre, en la mujer.

-¿Por qué hablas de “la genoma” en lugar de “el genoma”?
-Está demostrado científicamente que el cromosoma Y aparece mucho más tarde en el proceso evolutivo y es una adaptación al medio. Creo que las raíces del miedo masculino son tan profundas que podrían encarrilarse en este sentido: es un ser supernumerario, es decir, no fundamental como contraposición a lo femenino. He pensado que esa necesidad de dominación, le vendría precisamente de esa intuición que arraiga en lo más profundo de sí. Lo femenino es muy fuerte y no hay que olvidar que todos los fetos son femeninos hasta los ocho meses.

-¿Y dónde crees que reside el auténtico poder de la mujer?
-Precisamente en eso, en ser mujer. Primero tiene el poder de engendrar, luego la decisión sobre ello. Pero además tiene otros poderes que si no los desarrolla no existen: intuición, comprensión distinta del mundo unida a la naturaleza, etc.

-¿Por qué la mayoría de las culturas han temido la sexualidad de las mujeres y han intentado tapar esto con la moral, las normas o el pecado?
-La sexualidad del hombre es compulsiva, puntual. La de la mujer es difusa, con muchas zonas erógenas, extensiva… Hay que dar la vuelta a la tortilla y el hombre debe aceptar su virilidad en base a sus posibilidades, con sus límites, y no intentar suplir eso con el culto al músculo, la fuerza, las guerras, la competición…

Victoria Sendón continúa hablando apasionadamente de la historia oculta tras la Historia. Del auténtico génesis femenino grabado en el interior de cada mujer a la espera de ser descubierto. “Nosotras mismas somos un mito a realizar”, concluye.

El cuerpo de dolor” de las mujeres, según Eckhart Tolle


ENVIADO POR TERESA PONTINO
– ¿Por qué el cuerpo del dolor es un obstáculo mayor para las mujeres?

– El cuerpo del dolor generalmente tiene un aspecto colectivo así como uno personal. El aspecto personal es el residuo acumulado de dolor emocional sufrido en el propio pasado. El aspecto colectivo es el dolor acumulado en la psique humana colectiva durante miles de años a través de la enfermedad, la tortura, la guerra, el asesinato, la crueldad, la locura, etcétera.

El cuerpo del dolor de cada uno participa también de este cuerpo del dolor colectivo. Hay diferentes ramas en el cuerpo del dolor colectivo. Por ejemplo, ciertas razas o países en los que ocurren formas extremas de lucha y violencia tienen un cuerpo del dolor colectivo más pesado que otros. Cualquiera que tenga un cuerpo del dolor fuerte y una conciencia insuficiente para dejar de identificarse con él no sólo se sentirá forzado a volver a vivir periódica o continuamente su dolor emocional sino que puede también fácilmente convertirse en el perpetrador o en la víctima de la violencia, dependiendo de si su cuerpo del dolor es predominantemente activo o pasivo.Por otra parte, también pueden estar potencialmente más cercanos a la iluminación. Este potencial no se realiza necesariamente por supuesto, pero si usted está atrapado en una pesadilla, probablemente estará más fuertemente motivado a despertar que alguien que sólo está atrapado en los altibajos de un sueño ordinario.

Aparte de su cuerpo del dolor personal, toda mujer tiene participación en lo que podría describirse como el cuerpo del dolor femenino colectivo, a menos que sea completamente consciente.

Este cuerpo está formado por el dolor acumulado que ha sido soportado por las mujeres, en parte a través de la dominación de la mujer por el hombre, de la esclavitud, de la explotación, las violaciones, el dar a luz, la pérdida de los hijos, etcétera, durante miles de años.

El dolor físico y emocional que muchas mujeres sienten antes y durante la menstruación es el cuerpo del dolor en su aspecto colectivo que despierta de su latencia en ese momento, aunque puede dispararse en otras oportunidades también. Restringe el flujo libre de energía vital a lo largo del cuerpo, del cual la menstruación es una expresión física. Demorémonos en esto por un momento y veamos cómo puede convertirse en una oportunidad para la iluminación.A menudo las mujeres son “dominadas” por el cuerpo del dolor en ese momento. Tiene una carga energética extremadamente poderosa que puede empujarla a la identificación inconsciente con él. Usted entonces es poseída activamente por un campo de energía que ocupa su espacio interior y simula ser usted pero, por supuesto, no lo es en absoluto. Habla a través de usted, actúa a través de usted, piensa a través de usted. Creará situaciones negativas en su vida para poder alimentarse de esa energía. Quiere más dolor, en cualquier forma. He descrito ya este proceso. Puede ser maligno y destructivo. Es puro dolor, dolor pasado, y no es usted.

El número de mujeres que se aproxima ahora al estado completamente consciente excede ya al de hombres y crecerá aún más rápidamente en los años venideros. Los hombres quizá las alcancen al final, pero durante un tiempo considerable habrá una brecha entre la conciencia de los hombres y la de las mujeres.Las mujeres están recuperando la función que es su derecho de nacimiento y, por tanto, llega a ellas más naturalmente que a los hombres: ser un puente entre el mundo manifestado y lo No Manifestado, entre la físico y el espíritu. Su mayor tarea como mujer ahora es transmutar el cuerpo del dolor para que no siga interponiéndose entre usted y su verdadero ser, la esencia de lo que usted es.

Por supuesto, usted también tiene que manejar el otro obstáculo hacia la iluminación, que es la mente pensante, pero la intensa presencia que usted genera cuando maneja el cuerpo del dolor, la liberará también de la identificación con la mente.

La primera cosa que tiene que recordar es esta: mientras usted construya su identidad a partir del dolor, no puede liberarse de él. Mientras una parte de su sentido de sí misma esté invertida en su dolor emocional usted inconscientemente se resistirá o saboteará cualquier intento que haga de curar ese dolor. ¿Por qué? Muy sencillo, porque desea mantenerse intacta y el dolor se ha convertido en parte esencial suya. Este es un proceso inconsciente y la única forma de superarlo es hacerlo consciente.

Ver súbitamente que está o ha estado aferrada a su dolor puede ser algo bastante impactante. En el momento en que se da cuenta de esto, ha roto la fijación. El cuerpo del dolor es un campo de energía, casi como una entidad, que se ha alojado temporalmente en su espacio interior. Es energía vital que ha quedado atrapada, energía que ya no fluye. Por supuesto, el cuerpo del dolor está ahí por ciertas cosas que ocurrieron en el pasado. Es el pasado que vive en usted y si se identifica con él, se identifica con el pasado.

Una identidad de la víctima es la creencia de que el pasado es más poderoso que el presente, lo que es contrario a la verdad. Es la creencia de que otras personas y lo que le hicieron son responsables de lo que usted es ahora, de su dolor emocional o de su incapacidad de convertirse en su verdadero ser.

La verdad es que el único poder que hay está contenido en este momento: es el poder de su presencia. Una vez que usted sabe esto, también se da cuenta de que usted es responsable de su espacio interior ahora -nadie más lo es- y de que el pasado no puede prevalecer contra el poder del Ahora.

Así pues la identificación le impide manejar el cuerpo del dolor. Algunas mujeres que son ya suficientemente conscientes para haber abandonado su identidad de víctimas en el nivel personal todavía se aferran a una identidad colectiva de víctimas: “lo que los hombres les hicieron a las mujeres”.

Tienen razón, y también están equivocadas. Están en lo cierto en cuanto que el cuerpo del dolor femenino colectivo se debe en gran parte a la violencia infligida por el varón a la mujer y a la represión del principio femenino por todo el planeta durante milenios. Están equivocadas si derivan un sentido de identidad de este hecho y por lo tanto se mantienen aprisionadas en una identidad colectiva de víctimas.

Si una mujer aún se aferra a la rabia, el resentimiento o la condenación, se está aferrando a su cuerpo del dolor. Esto puede darle una sensación consoladora de identidad, de solidaridad con otras mujeres, pero la mantiene atada al pasado y bloquea el acceso completo a su esencia y al verdadero poder. Si las mujeres se excluyen de los hombres, eso alimenta un sentido de separación y por lo tanto un fortalecimiento del ego. Y cuanto más fuerte es el ego, más distante está usted de su verdadera naturaleza.

Así que no use el cuerpo del dolor para darle identidad. Úselo en cambio para la iluminación. Transmútelo en conciencia. Uno de los mejores momentos para esto es durante el periodo menstrual. Creo que, en los próximos años, muchas mujeres entrarán en el estado de conciencia total durante esos días.

Generalmente, es un tiempo de inconsciencia para muchas mujeres, puesto que son dominadas por el cuerpo del dolor colectivo. Una vez que usted ha alcanzado un cierto nivel de conciencia, sin embargo, puede cambiar esto, así que en lugar de volverse inconsciente puede volverse más consciente. He descrito el proceso básico ya, pero permítame hacerlo de nuevo, esta vez con referencia especial al cuerpo del dolor femenino colectivo.

Cuando sepa que se acerca el flujo menstrual, antes de que sienta los primeros signos de lo que se llama comúnmente tensión premenstrual, el despertar del cuerpo del dolor femenino colectivo, póngase muy alerta y habite su cuerpo tan plenamente como sea posible. Cuando aparezca el primer signo, debe estar suficientemente alerta para “atraparlo” antes de que la domine.

Por ejemplo, el primer signo puede ser una fuerte irritación repentina o un relámpago de rabia, o puede ser un síntoma puramente físico. Sea lo que sea, atrápelo antes de que domine su pensamiento o su conducta. Esto significa simplemente enfocar su atención en él. Si es una emoción, sienta la fuerte carga de energía que hay tras ella. Sepa que es el cuerpo del dolor. Al mismo tiempo, sea el que conoce; es decir, dése cuenta de su presencia consciente y sienta su poder.Cualquier emoción a la que aplique su presencia disminuirá rápidamente y se transmutará. Si es un síntoma puramente físico, la atención que le dé evitará que se convierta en una emoción o un pensamiento. Después continúe alerta y espere el siguiente signo del cuerpo del dolor.

Cuando aparezca, atrápelo de nuevo de la misma manera que antes.

Más tarde, cuando el cuerpo del dolor haya despertado completamente de su estado latente, usted puede experimentar una turbulencia considerable en su espacio interior por un tiempo, quizá varios días.Cualquier forma que tome, manténgase presente. Entréguele su atención completa. Observe la turbulencia que hay en su interior. Sepa que está allá. Mantenga el conocimiento y sea el que conoce. Recuerde: no deje que el cuerpo del dolor use su mente y se apodere de su pensamiento. Obsérvelo. Sienta su energía directamente dentro de su cuerpo. Como sabe, atención plena significa aceptación completa.

Por medio de una atención sostenida y por lo tanto de la aceptación, llega la transmutación. El cuerpo del dolor se transforma en conciencia radiante, lo mismo que un trozo de madera, cuando se pone en el fuego o cerca de él, se transformará en fuego.

La menstruación se volverá no sólo una expresión gozosa y realizadora de su feminidad sino también un tiempo sagrado de transmutación en el que usted da nacimiento a una nueva conciencia. Su verdadera naturaleza brillará entonces, en su aspecto femenino como la Diosa y en su aspecto trascendental como el Ser divino que es usted, más allá de la dualidad masculino-femenino.

Si su compañero varón es suficientemente consciente, puede ayudarla con la práctica que acabo de describirle manteniendo con frecuencia una presencia intensa, particularmente en este tiempo. Si él permanece presente siempre que usted caiga en la identificación inconsciente con el cuerpo del dolor, lo que puede suceder y sucederá al principio, usted podrá unirse rápidamente a él en ese estado. Eso significa que siempre que el cuerpo del dolor domine temporalmente, bien sea durante el periodo menstrual o en otros momentos, su compañero no lo confundirá con lo que es usted realmente.

Incluso si el cuerpo del dolor la ataca, como probablemente ocurrirá, no reaccionará contra él como si fuera “usted”, se retirará o levantará algún tipo de defensa. Conservará el espacio de intensa presencia. No se necesita nada para la transformación. En otros momentos, usted podrá hacer lo mismo por él o ayudarlo a reclamar conciencia de la mente trayendo su atención al aquí y al ahora, cuando se identifique con su pensamiento.

De esta forma, surgirá entre ustedes un campo de energía permanente, de una frecuencia pura y alta. Ni la ilusión, ni el dolor, ni el conflicto, nada que no sea ustedes y nada que no sea amor puede sobrevivir en él. Esto representa la realización del propósito divino, transpersonal, de su relación. Se convierte en un vórtice de conciencia que atraerá muchos otros.Eckhart Tolle, “El Poder del Ahora”.

http://espiritudivino.ning.com/profiles/blog/list?user=3jicsgvtdqvut

Jean Shinoda Bolen LAS DIOSAS DE LA MUJER MADURA


CÓMO LLEGAR A SER UNA MUJER MAYOR Y ESPLENDOROSA

Arquetipos femeninos a partir de los cincuenta

La mayoría de mujeres que conozco no sólo no niegan su edad, sino que, al cumplir los cincuenta, celebran el evento. Sus madres sí que debieron de pasar un mal trago al llegar a la cincuentena, pero para ellas es un día en el que hay que descorchar champán. Cumplir cincuenta años invita a celebrar fiestas de amigas entre las que alcanzan juntas esa edad. Es tiempo de festejos para algunas, y la ocasión de iniciar rituales o plantearse el retiro para otras. A los cincuenta, la mayoría de las mujeres también celebran su aspecto y su espíritu joven. Con todo, el hecho de envejecer las sume en una cierta intranquilidad. Las mujeres que llegan a los cincuenta no tienen una idea muy clara de la persona en quien van a convertirse, no conocen las energías potenciales que implica la menopausia o no comprenden que se encuentran en el umbral de una etapa de sus vidas en la cual desarrollarán su personalidad como jamás lo habían hecho anteriormente.

He escrito Las diosas de la mujer madura para que las mujeres puedan nombrar y reconocer aquello que les inquieta. El origen de estos sentimientos son los arquetipos de la diosa que hay en nuestro interior, los patrones y las energías de la psique. Al saber quiénes son las diosas, las mujeres pueden llegar a ser más conscientes de las potencialidades que hay en ellas, las cuales, una vez reconocidas, son fuente de espiritualidad, sabiduría, compasión y acción. Cuando los arquetipos se activan, por consiguiente, nos proporcionan energía y nos transmiten una sensación de autenticidad y de haber encontrado un sentido a nuestra vida.

En algún momento después de los cincuenta o de la menopausia toda mujer cruza un umbral hacia la tercera fase de su vida, entrando de este modo en un territorio desconocido. Para un patriarcado orientado sobre todo hacia la juventud, convertirse en una mujer mayor es convertirse en alguien invisible, en una no-entidad. Sin embargo, desde la perspectiva arquetípica que elucido es posible que este tercer trimestre sea una época de plenitud e integración personal, en la cual nuestros actos devengan la expresión de nuestra identidad más profunda. Cumplidos ya los cincuenta, en esos años llenos de energía, puede que lleguemos a ser más visibles en el mundo de lo que jamás lo fuimos, quizá desarrollemos nuestra vida interior o nos dediquemos a cuestiones creativas, o incluso es posible que actuemos como una influencia que equilibra nuestra constelación familiar. Lejos de ser una no-entidad, en la tercera etapa de su vida es cuando la mujer se convierte, más que nunca, en alguien con una personalidad definida y sólida. Sólo hay que pensar que en la tradición indígena americana una mujer llegaba a la completa madurez a los cincuenta y dos.1

Las mujeres que cumplieron la mayoría de edad durante el movimiento feminista a finales de los sesenta y setenta han rechazado estereotipos, explorado nuevas posibilidades, desaliado viejas limitaciones e insistido en volver a definirse en cada nueva década. Anticipo, dicho sea de paso, que a medida que la generación de mujeres del baby-boom vaya alcanzando esta tercera etapa de madurez, la connotación de la misma palabra «vieja» cambiará. Mi intención, al escribir Las diosas de la mujer madura, es la de contribuir a redimir la palabra «anciana» o «vieja», la tercera etapa de la vida, y, sobre todo, ayudar a las mujeres a reconocer los arquetipos que en esta época devienen accesibles como fuentes de energía y dirección.

LAS BRUJAS NO SE QUEJAN por Jean Shinoda Bolen


UNA NUEVA MANERA DE ENFOCAR LA PALABRA «ANCIANA»

La palabra «anciana» posee reminiscencias medie­vales, e incluso un matiz malicioso si sugerimos que una mujer puede aspirar a convertirse en una de ellas. No es a lo que alguna de nosotras aspiró a ser durante su juventud, pero aquello ocurría cuando las mujeres mayores jamás decían su verdadera edad, y antes de que éstas se manifestaran como personas de pleno dere­cho, o vivieran tantos años como nosotras en la actuali­dad. Nosotras, las de la generación del Movimiento para la Liberación de la Mujer o las beneficiarías de éste, seguimos disfrutando de oportunidades que jamás tuvieron las generaciones que nos precedieron (y que se remontan a la antigua Grecia). Hemos ido reaventán­donos en cada etapa de la vida. Ahora, en cambio, su­giero que ha llegado el momento de rescatar y redefinir el término «anciana» entre el montón de palabras despectivas que se utilizan para denominar a las mujeres maduras, y conseguir que la acción de convertirse en «bruja» sea un supremo logro interior característico de la tercera fase de la vida.

Convertirse en anciana tiene que ver con el desarro­llo interior, y no con la apariencia externa. Una anciana es una mujer que posee sabiduría, compasión, humor, valentía y vitalidad. Es consciente de ser verdaderamen­te ella misma, sabe expresar lo que sabe y lo que siente, y emprender una acción determinada cuando es necesa­rio. No aparta los ojos de la realidad, ni permite que se le nuble la mente. Puede ver los defectos y las imperfec­ciones en ella misma y en los demás, pero la luz con la que los ve no es severa ni enjuiciadora. Ha aprendido a confiar en sí misma hasta saber lo que ya sabe.

Las cualidades de la anciana no se adquieren de la noche a la mañana. Una persona no se convierte en una anciana hecha y derecha automáticamente después de la menopausia, así como tampoco por el mero hecho de volverse vieja una se vuelve más sabia. Sin embargo, hay unas décadas tras la menopausia en las cuales po­demos crecer psicológica y espiritualmente.

«Las brujas no se quejan» es una identificación fun­damental. Es una «norma» básica que describe la con­ducta impropia de una anciana. Quejarse es una actitud que bloquea el desarrollo espiritual y psicológico. La­mentarse impide la comunicación genuina y arranca por la fuerza lo que luego ya no puede otorgarse con li­bertad. Sorprenderse a una misma quejándose es un momento de «¡aja!», esta percepción puede significar el

comienzo de la sabiduría para una quejosa con la capa­cidad de observarse a sí misma y el deseo de cambiar.

Mientras que un espejo normal y corriente refleja la apariencia superficial, las palabras descriptivas pue­den ser espejos en los cuales veamos reflejadas unas cualidades intangibles que tienen que ver con el alma. Cada uno de los trece capítulos que siguen a continua­ción se centra en estas cualidades, sobre todo en aque­llas que son características de las mujeres experimen­tadas y sabias. Al cultivar estas cualidades, el tercer estadio de la vida deviene una época de culminación para la belleza interior y la sabiduría. Es la perspectiva lo que convierte los mejores años de esta etapa de la vida en una época especialmente fecunda para disfru­tar de quienes somos, de lo que tenemos y de lo que hacemos. Es una época en que la sabiduría nos insta a que empleemos bien nuestro tiempo y nuestra energía y vitalidad. Es una oportunidad para disfrutar de un mayor número de posibilidades, para experimentar distintos roles y para desarrollar talentos e intereses. Puede ser una época para jugar y expresar los senti­mientos, o una época de creatividad o sensualidad, o una época para la meditación o la terapia, o una época para la familia o, al contrario, una época para dejar nuestra huella en el mundo.

Las brujas poseen la capacidad de alterar las cosas. Lo que digamos y hagamos podrá cambiar un modelo familiar disfuncional. Con nuestro consejo podemos animar y facilitar que otras personas crezcan y florez­can. Podemos ser una influencia curativa determinante. Incluso podemos crear un efecto ola a lo largo de las generaciones venideras o en las instituciones y co­munidades. Con visión e intención, y dada su presen­cia numerosa e influyente, las brujas, todas juntas, pueden cambiar el mundo.

A pesar de que concebí este texto pensando en las mujeres que están viviendo los mejores años de la postmenopausia, si esta lectura te aporta algo a pesar de no encontrarte todavía en este momento de la vida, ¡tanto mejor! ¡Ojo al dato, preancianas!

Asimismo, aunque los hombres sufren el impedimento de la so­cialización y la fisiología, algunos son excepcionales y pueden llegar a poseer las cualidades de la anciana.

La mujer que lee las trece cualidades y le divierte advertir que se identifica con ellas, con la idea de ser o convertirse en una anciana, y lo ve bajo un prisma positivo, es una mujer sabia. La mujer que ve en algu­na o en varias de estas cualidades lo que desea desa­rrollar en sí misma y encuentra la fuerza para realizar­lo en estas palabras, es una mujer que evoluciona.

La vida entera es el material con el que todas tene­mos que trabajar. Hasta que este período no haya con­cluido, todas seguimos estando «en el proceso», invo­lucradas en una historia inacabada. Lo que hacemos con la vida es nuestra opera magna o gran obra de cre­atividad personal. Si adoptamos el punto de vista de una anciana, nos veremos a nosotras mismas y vere­mos a los demás desde el ámbito del alma en lugar de desde el ego. Envejecer bien es un objetivo que vale la pena desear.

Unas palabras sobre el empleo de la palabra

En las páginas siguientes, a menudo califico a las mujeres como «ancianas», o bien hablo de una anciana interior o de un arquetipo de anciana. En ocasiones utilizo anciana y sabia como sinónimos. Tanto en la psique femenina como en mis palabras, se percibe una cierta ambigüedad, un punto en el que las distinciones se difuminan. A veces, en ciertas ocasiones, una mujer es una anciana sabia y, en el momento siguiente, ha de­jado de serlo.

A veces, arquetipo y mujer se confunden en una misma unidad. Otras, la sabiduría de la anciana nos viene a la mente de un modo fugaz y la ignoramos. Y ello es así porque la anciana interior o arquetípica es una presencia latente en la psique de todo el mundo, en los hombres e incluso los en niños y las niñas. La an­ciana no grita para imponerse frente al alboroto que ar­man las distintas partes de la personalidad al competir entre sí. La anciana es un potencial, más parecido a un talento inherente, que precisa ser reconocido y llevado a la práctica para desarrollarse. Esta presencia sabia de la psique madurará cuando confiemos en la existencia de una bruja en nuestro interior y comencemos a escu­charla. Es entonces, en el silencio de nuestra propia mente, cuando debemos prestar atención a sus percep­ciones e intuiciones y actuar en este sentido.

Las cualidades de la bruja son los rasgos distintivos a través de los que una anciana se distingue (como mu­jer o como arquetipo).

El millonésimo círculo, de Jean Shinoda Bolen


EXTRACTOS DEL TEXTO DE JEAN SHINODA BOLEN DEL LIBRO “EL MILLONÉSIMO CÍRCULO” – TRANSCRIPCIÓN TERESA OLIVELLA DE ARBOLEDA DE GAIA
El centésimo mono es un relato que inspiró a los activistas antinucleares a seguir hacia adelante cuando la voz del sentido común decía que la carrera armamentista era imposible de detener. Ellos creyeron firmemente en el mensaje y la moraleja de este cuento alegórico basado en la Teoría Mórfica del biólogo Rupert Sheldrake, que postula que la conducta de una especie cambia cuando las condiciones dentro de ella alcanzan un nivel crítico, es decir, cuando se manifiestan en un número exacto de sujetos; a raíz de ello, el comportamiento y los hábitos de la especie entera experimentan una transformación. La versión más extendida de este relato fue la que escribió Ken Keyes, Jr., y dice así:Durante treinta años, un grupo de científicos se dedicó a estudiar las colonias de monos que habitaban diversas islas, separadas entre sí, en las inmediaciones de las costas del Japón. A fin de hacer que los monos bajaran de los árboles para poder estudiarlos de cerca, los investigadores solían arrojar boniatos en la playa a modo de cebo, y cuando los monos acudían a saborear el almuerzo gratuito, tenían la ocasión de observarlos en detalle cómodamente. Un buen día, una mona de dieciocho meses a la que llamaban Imo se acercó a lavar su boniato en el mar antes de comérselo; supongo que sabía mejor limpio de arena o de pesticidas, o quizá adquiría de ese modo un ligero gusto salado que resultaba agradable al paladar. Imo enseñó a hacer esto a sus compañeros de juegos y a su madre, sus compañeros se lo enseñaron a las suyas, y paulatinamente fueron cada vez más los monos que empezaron a lavar sus boniatos en lugar de comérselos rebozados en arena. Al principio solo las hembras adultas, a imitación de sus crías, aprendieron a hacerlo, pero poco a poco otros aprendieron también.

Al cabo de un tiempo, los científicos se dieron cuenta de que todos los monos de la isla lavaban sus boniatos antes de llevárselos a la boca. Pero, aún cuando éste era un hecho significativo, fue aún más fascinante descubrir que aquella alteración de la conducta no se había producido es esta isla únicamente, sino que, de pronto, los monos de todas las demás islas habían empezado también a lavar sus boniatos a pesar de que nunca había existido contacto directo entre las colonias de monos de unas islas y otras.

El centésimo mono era el hipotético mono que anónimamente había inclinado la balanza de forma decisiva para la especie: aquel cuyo cambio de conducta significó que todos los monos, a partir de este instante, lavarían los boniatos antes de comérselos. A modo de alegoría, El centésimo mono alienta la esperanza de que cuando un número decisivo de personas transforme su actitud o su comportamiento, la cultura en su totalidad se transformará. Unos pocos empiezan a hacer aquello que era impensable, y pronto son muchos quienes lo hacen; y cuando un cierto número de individuos cambia, esa nueva conducta forma arte indivisible de cómo somos y de lo que somos como seres humanos. Alguien tiene que ser el mono número treinta y siete, y el sesenta y tres, y el noventa y nueve antes de que le llegue el momento al mono número cien…, y nadie sabe cuán cerca está de ese momento, o a qué distancia se encuentra el centésimo mono hasta que, de repente, está allí.

Como Imo y sus amigos
Para que la cultura humana cambie –para que exista el centésimo mono‑ es necesario un equivalente humano de Imo y sus amigos, pues sólo de esa manera podrá el patriarcado incorporar, por un lado, la sutil sabiduría y compasión asociadas al aspecto femenino de la humanidad, y, por otro, la sabiduría indígena que implica una conexión con todos los organismos vivos del planeta, y llegar de ese modo a un equilibrio. Creo de verdad que eso será lo que ocurra cuando haya un número decisivo de círculos de mujeres: para que el sistema patriarcal cambie ha de existir un millonésimo círculo. Y ha de ser así porque lo que el mundo actualmente necesita es una inyección de la clase de sabiduría que las mujeres tienen, y la forma misma del círculo es una encarnación de esa sabiduría. La famosa expresión de Marshall Mc Luhan “el medio es el mensaje”, sin duda, puede aplicarse a los círculos de mujeres, ya que en un círculo no existen las jerarquías…, y eso es la igualdad; es así como una cultura se comporta cuando escucha y aprende de cada uno de sus integrantes.

Están empezando a aflorar círculos en todas partes: círculos de mujeres que se alientan y confortan unas a otras, círculos de sanación, círculos de sabiduría, círculos de hermanas, de mujeres sabias, de madres de un clan, de abuelas…, círculos de ancianas y de mujeres en camino de serlo, círculos que perduran a través del tiempo y círculos creados con un fin preciso, incluso círculos de mujeres en el ciberespacio y en el mundo de los negocios. Reunirse en un círculo y aprender a estar en él es hacer lo que hicieron “Imo y sus amigos”.

Cuanto mayor sea el número de círculos, más fácil será que nuevos círculos nazcan: así es como funcionan los campos morfogenéticos. Cada círculo es una regeneración de la forma arquetípica, está inspirado y sustentado por todos los círculos de mujeres que han existido, y él, a su vez, hace una aportación al campo de energía arquetípica que facilitará el camino al círculo siguiente. Los campos morfogenéticos y los arquetipos se comportan como si hubieran conocido una existencia previa e invisible fuera del espacio y del tiempo, resultan instantáneamente accesibles cuando nos alienamos con esa forma, y encuentran expresión en nuestros pensamientos, sentimientos, sueños y acciones. El círculo, y especialmente un círculo sagrado, es mucho más que la experiencia de esta generación.

Obsérvalo, hazlo, enséñalo
Obsérvalo, hazlo, enséñalo. Cuando estaba en la Facultad de Medicina, éste era el mantra del estudiante, y ése el método por el que aprendían los médicos: un modelo de aprendizaje basado en la experiencia directa. De carácter muy similar son las experiencias dentro del círculo; aunque tal vez el primer círculo que veas se halle sólo en tu imaginación, es posible que después te unas a un círculo de mujeres, o que tú misma formes uno. Estar en un círculo es una práctica de aprendizaje y crecimiento que se nutre de la experiencia y la sabiduría, del compromiso y el valor de cada una de las mujeres que hay en él. Los círculos pasan por distintas etapas y cambios, florecen o flaquean, sanan o causan dolor a sus miembros, y pueden ser una experiencia transitoria o imperecedera. Del mismo modo que cada miembro aporta al círculo su saber en el campo de las relaciones, esto funciona en sentido inverso, es decir, la experiencia del círculo puede tener un radical efecto positivo en las relaciones exteriores al círculo, puesto que proporciona un modelo, un espacio donde comunicarse con sinceridad y afecto hasta que ésa sea la forma de comunicación habitual en tu vida, y sea también la que esperas de los demás. Esto, a su vez, puede llevarte a cambiar la estructura patriarcal de tus relaciones personales, y, a medida que empieces a cambiar tus relaciones, ese cambio se expandirá. Igual que cuando arrojas piedrecillas en un estanque, del impacto de cada cambio nacen anillos concéntricos cuyo movimiento ondulatorio se extiende y provoca un efecto en otras relaciones.

Desde el círculo uno al millonésimo círculo
Formar parte de un círculo lleva a formar parte de otros. Al igual que los colonos de la antigua Grecia, que antes de abandonar su ciudad natal acudían al templo y, del fuego que ardía en el centro del hogar circular, tomaban brasas con las que encender el fuego del que ahora sería su nuevo templo, y al igual que la muchacha recién casada tomaba ascuas del hogar materno para encender la lumbre en su nueva casa, cualquiera que haya formado parte de un círculo sagrado puede llevar ese espíritu –así como ese arquetipo y ese campo morfogenético‑ a un nuevo círculo o a otro aspecto de su vida.

Tal vez te pongas en movimiento y formes un círculo nuevo, o sin moverte pongas en marcha un segundo círculo; quizá al hablar de tu círculo con una amiga hagas que se sienta inspirada y sea ella quien cree un nuevo círculo de mujeres, o es posible que mientras leas este libro decidas que quieres participar en uno. La propagación de los círculos se asemeja, por tanto, al modo en que se reproducen las fresas, cuyos tallos rastrean la tierra sembrándola de estolones que se convierten en futuras plantas, y éstas un día, a su vez, crearán todo un campo rebosante de estas frutas.

Los círculos de mujeres se forman de uno en uno, y cada uno logra que la experiencia de haber estado en un círculo se expanda a otras mujeres, ya que cada mujer a la que un círculo ha ayudado a cambiar lleva consigo esa experiencia al mundo de sus relaciones. Y será así hasta que, finalmente, un día nazca un nuevo círculo… que será el millonésimo círculo, el decisivo, y que iniciará para la humanidad la era post-patriarcal.

El millonésimo círculo – Shinoda Bolen, Jean
Editorial Kairós SA – 100 páginas – Idioma: Español
ISBN: 8472455785 ISBN-13: 9788472455788 – (2008)

Yehuda Berg – Kabbalah


Tú eres el punto de impacto para miles y, potencialmente, millones de personas. Así lo veas o no, tu alma está atada a otras almas, y así sucesivamente.

El día de hoy, ten la intención de usar tus palabras y acciones para influir en, al menos, una persona. Imagina que todos los que leen esto lo hicieran. Es así como cam …biamos el mundo.

Yehuda Berg

El Bicho por Mary Marlow


El bicho es el aspecto negativo de la mujer,
el papel que recurrimos
cuando no sabemos qué hacer,
cuando no encontramos la manera de expresar lo que
sentiemos de una manera confiada y total.

El Bicho es esa parte de nosotras
relativa a nuestros sentimientos de impotencia:
nos enfadamos, nos quejamos…
nos retiramos, gritamos onos encerramos por que
no sentiemos que tengamos otras opciones.

Utilizamos el bicho para manipular y
controlar, lo que por regla general no funciona.
Sin embargo, hay mejores formas de obtener
el amor y la atenció que merecemos…

Kabbalah – Por tu alma


Los kabbalistas afirman que la mayoría de nosotros huye de lo que tiene que lograr en su vida encontrando excusas para evitar hacer el trabajo espiritual que nació para llevar a cabo.

Los sabios revelan que cuando un hombre que ha evitado la espiritualidad se presente ante el Creador y se le pregunte por qué no cambió, la persona sacará su saco de excusas: “Estaba demasiado ocupado intentando sobrevivir”, “Fui una buena persona”, “No sabía que Tú existías realmente”. Entonces, Dios le dirá: “Tienes todas las excusas, pero no lograste lo suficiente en esta vida. Ahora debes volver al mundo y hacer más”.

¿Qué hay en nuestra naturaleza humana que evita que nos exijamos lo suficiente? La respuesta es simple: cuando sentimos que el trabajo espiritual es obligatorio, nos resistimos a éste. ¿Cómo reaccionas cuando alguien te dice que debes hacer algo? Es probable que luches contra ello. Lo mismo ocurre cuando nos decimos a nosotros mismos que “tenemos que”.

Borremos el verbo “tener que” de nuestro vocabulario.

La razón por la que hacemos el trabajo espiritual es que es por nuestro propio beneficio. Y es importante recordar que nuestra alma se encarnó por una razón específica. La Kabbalah enseña que el motivo principal por el cual somos humanos es transformarnos a nosotros mismos.

El gran Kabbalista llamado el Netziv (Rav Naftali Zvi Yehuda, Berlin 1816 – 1893), aclara este concepto en un discurso que da a sus estudiantes:

Cuando tenía once años, era una causa perdida como estudiante. Una noche, escuché a mis padres en la habitación de al lado hablando de mí. Mi madre estaba llorando y diciéndole a mi padre: ”¿Qué vamos a hacer con nuestro hijo? Un día de estos lo expulsarán ¿y entonces que será de él?“. A medida que la escuchaba, podía sentir su ansiedad tan plenamente como si fuera la mía. Me prometí a mí mismo que a partir de aquel momento trabajaría para desarrollar mi potencial. Mantuve mi palabra y crecí hasta convertirme en el estudioso que tienen ante ustedes ahora.

Si no hubiera escuchado a mis padres aquel día, me habría convertido en una persona buena pero ordinaria, puesto que estaba en mi naturaleza hacerlo así. Pero imaginen qué hubiera pasado cuando, después de dejar este mundo, hubiera llegado a ese lugar llamado “Corte Celestial”, donde me habrían mostrado todo lo que podría haber logrado. ¡La pena que hubiera sentido! No hay un infierno mayor que ver lo que podríamos haber hecho y hemos fallado en hacer.

Utilizo este discurso como ejemplo para mostrar que necesitamos empujarnos a nosotros mismos, tan lejos como podamos, para llegar a ser lo mejor que podemos ser. Y no sólo me refiero a nuestras situaciones de trabajo. Tenemos un trabajo mucho más importante que realizar: la corrección de nuestra alma.

Sé que después de estudiar y vivir la Kabbalah durante un tiempo, algunos estudiantes caen en la trampa de volverse religiosos: “Debo hacer esto”, “Tengo que hacer aquello”. Esta es una semana perfecta para reexaminar los motivos por los cuales estudiamos la Kabbalah y para volver a establecer contacto con el deseo que nos motivó a buscarla en primer lugar.

Haz un hábito de tomarte momentos a lo largo de tu día para cerrar tus ojos y preguntarte: “¿He ido más allá de mis responsabilidades inmediatas? ¿Estoy dando pasos hoy hacia el logro de mi propósito en este mundo?”.

Todo lo mejor, Yehuda Berg

Cómo recuperar las ganas y el entusiasmo por Ana C. Vera


Cómo recuperar las ganas y el entusiasmo: 4 tips para inspirarte

Si hoy es uno de esos días en que te sientes desmotivado y con «bajón» (como decimos los argentinos) tengo una idea para proponerte.

Para que tus ganas y entusiasmo vuelvan a ti, lo que necesitas es inspirar a tu ser para que despliegue lo mejor de sí mismo.

La palabra inspiración significa «recibir el aliento». Tiene sus orígenes en el helenismo y la cultura hebrea (según Wikipedia). Los griegos decían que cuando alguien recibía la inspiración, lo que pasaba era que un dios «iluminaba» su mente y este, recibía sus pensamientos. En resumen, según los griegos, la inspiración era un regalo de sus dioses. ¡Qué leyenda interesante!

Al margen de la veracidad de esta historia, «esperar ese regalo de los dioses» :o) no es la única manera de inspirarte. Sostengo que tú mismo puedes crear ese sentimiento en tu interior.

¿Cuantas veces te has sentido en paz, relajado y como en un destello te «llega» un pensamiento maravilloso para la solución a un problema que no has podido solucionar?

¿Puedes identificar cuándo te sientes inspirado? ¿En qué momentos?

Te doy pistas para que detectes estos instantes rápidamente: se tratan de momentos únicos en donde te sientes maravillado y apasionado por un impulso que surge de tu corazón y de tu espíritu. Es un sentimiento puro que no deja dudas, te motiva y te empuja rápidamente a la acción.

En nuestro proceso de crecimiento personal, la inspiración está relacionada con una idea intensa, un impulso mental creativo, vigorozo y nuevo. Cuando sentimos esa energía única y mágica nacer en nuestro ser, la manera que tenemos de percibir el mundo nunca más vuelve a ser la misma que teníamos antes de haber sido «tocados» por ella.

Cuando estamos inspirados estamos convencidos de que lo que haremos nos llenará de bienestar y plenitud. Nos sentimos capaces de lograr todo lo que conlleve esa inspiración.

La inspiración puede colorear tu vida de mil maneras mágicas. Muchos grandes científicos, famosos e escritores se han inspirado para crear algo maravilloso y nuevo para el mundo.

Si intervienes en tu ser para crear el maravilloso sentimiento de la inspiración, podrás cambiar tu estado de ánimo «bajón» para que en su lugar, comiences a sentir entusiasmo y te predispongas a crear nuevas posibilidades en tu vida.

¿Cómo podrías inspirarte?

A continuación te sugiero algunos tips para que «invoques» a tu inspiración…

Tip 1. Quédate en silencio y medita por unos minutos aquietando tu mente. Pon una música suave y tranquila; concéntrate sólo en la respiración. Siente cómo el aire circula por las aletas de tu nariz. Pregúntale a tu ser: ¿Qué es lo que necesito saber? Seguramente tu alma te dará la respuesta durante ese mismo día o en los subsiguientes. Deja madurar esa pregunta dentro de ti, verás como algo mágico se procesa «en background».

Tip 2. Sal a dar un paseo y conéctate con la naturaleza. Siéntete libre mientras te detienes observando cada detalle del mundo maravilloso y natural que te rodea. Mientras caminas, relájate. Déjate llevar por el mensaje que tienen para darte la tierra, las plantas y los árboles, el cielo, el sol, quizás algún animalito que se cruce por tu camino. «Habla» con ellos y aprovecha ésta experiencia para conectarte con tu interior. ¿Qué tienen para decirte?

Tip 3. Reconoce las bendiciones de tu vida y aquello que más disfrutas hacer. Todo aquello que te permite disfrutar hoy de las cosas que tienes, las personas que están a tu lado, todas las riquezas espirituales y económicas. Re-conócelas y agradece por ellas. ¿Qué actividades te hacen más feliz? ¿Cuáles son tus gustos preferidos que cuando los disfrutas sientes que no pasa el tiempo? Cualquiera de estas respuestas puede ser la plataforma para impulsarte a hacer algo grande que nazca de tu corazón.

Tip 4. Ve a la librería o a tu propia biblioteca de libros y elige uno que despierte tu atención, que te «llame» (puedes hacer lo mismo con películas). Lee las portadas; tómate el tiempo de sentir qué te pasa con esos libros y elíge uno de ellos. Luego en tu intimidad, leelo dejándote atrapar por sus enseñanzas. Seguramente hay un mensaje de inspiración allí para ti. ¿Cuál será esa gran oportunidad que ocultan esas líneas para ti?
Como siempre te recuerdo, primero existe una creación mental. Gracias a nuestros pensamientos y acciones subsiguientes transformamos a ésta en una creación física.

La inspiración no se origina en el pensamiento lógico/analítico (hemisferio izquierdo del cerebro), sino en el pensamiento creativo (hemisferio derecho). Por ello, relájate y disfruta de la vida y de las cosas que más te apasionan. Te aseguro que algo maravilloso nacerá de ese «rinconcito» interior.

¿Qué puedes hacer HOY impulsado por tu INSPIRACIÓN para hacer una diferencia en tu vida?

¡Ve y hazlo ahora!

Con amor,
Ani Vera

¿ES EL AMOR UN ARTE? por Eric Fromm


Es el amor un arte? En tal caso, requiere conocimiento y esfuerzo. ¿O es el amor una sensación placentera, cuya experiencia es una cuestión de azar, algo con lo que uno «tropieza» si tiene suerte?

Todos están sedientos de amor; ven innumerables películas basadas en historias de amor felices y desgraciadas, escuchan centenares de canciones triviales que hablan del amor, y, sin embargo, casi nadie piensa que hay algo que aprender acerca del amor.

Esa peculiar actitud se debe a varios factores que, individualmente o combinados, tienden a sustentarla. Para la mayoría de la gente, el problema del amor consiste fundamentalmente en ser amado, y no en amar, no en la propia capacidad de amar. De ahí que para ellos el problema sea cómo lograr que se los ame, cómo ser dignos de amor.

Para alcanzar ese objetivo, siguen varios caminos. Uno de ellos, utilizado en especial por los hombres, es tener éxito, ser tan poderoso y rico como lo permita el margen social de la propia posición. Otro, usado particularmente por las mujeres, consiste en ser atractivas por medio del cuidado del cuerpo, la ropa, etc. Existen otras formas de hacerse atractivo, que utilizan tanto los hombres como las mujeres, dependiendo de lo que el ambiente social valore más en ese momento y lugar. Muchas de las formas de hacerse querer son iguales a las que se utilizan para alcanzar el éxito, para «ganar amigos e influir sobre la gente».

En realidad, lo que para la mayoría de la gente de nuestra cultura equivale a digno de ser amado es, en esencia, una mezcla de popularidad y sex-appeal.

La segunda premisa que sustenta la actitud de que no hay nada que aprender sobre el amor, es la suposición de que el problema del amor es el de un objeto y no de una facultad. La gente cree que amar es sencillo y lo difícil encontrar un objeto apropiado para amar -o para ser amado por él-. En las últimas generaciones el concepto de amor romántico se ha hecho casi universal en el mundo occidental. En los Estados Unidos de Norteamérica, si bien no faltan consideraciones de índole convencional, la mayoría de la gente aspira a encontrar un «amor romántico», a tener una experiencia personal del amor que lleve luego al matrimonio. Ese nuevo concepto de la libertad en el amor debe haber acrecentado enormemente la importancia del objeto frente a la de la función.

Hay en la cultura contemporánea otro rasgo característico, estrechamente vinculado con ese factor. Toda nuestra cultura está basada en el deseo de comprar, en la idea de un intercambio mutuamente favorable. La felicidad del hombre moderno consiste en la excitación de contemplar las vidrieras de los negocios, y en comprar todo lo que pueda, ya sea al contado o a plazos. El hombre (o la mujer) considera a la gente en una forma similar. Una mujer o un hombre atractivos son los premios que se quiere conseguir. «Atractivo» significa habitualmente un buen conjunto de cualidades que son populares y por las cuales hay demanda en el mercado de la personalidad. Las características específicas que hacen atractiva a una persona dependen de la moda de la época, tanto física como mentalmente.

De cualquier manera, la sensación de enamorarse sólo se desarrolla con respecto a las mercaderías humanas que están dentro de nuestras posibilidades de intercambio. Quiero hacer un buen negocio; el objeto debe ser deseable desde el punto de vista de su valor social y al mismo tiempo, debo resultarle deseable, teniendo en cuenta mis valores y potencialidades manifiestas y ocultas. De ese modo, dos personas se enamoran cuando sienten que han encontrado el mejor objeto disponible en el mercado, dentro de los límites impuestos por sus propios valores de intercambio. En una cultura en la que prevalece la orientación mercantil y en la que el éxito material constituye el valor predominante- no hay en realidad motivos para sorprenderse de que las relaciones amorosas humanas sigan el mismo esquema de intercambio que gobierna el mercado de bienes y de trabajo.

El tercer error que lleva a suponer que no hay nada que aprender sobre el amor, radica en la confusión entre la experiencia inicial del «enamorarse» y la situación permanente de estar enamorado o, mejor dicho de «permanecer» enamorado. Si dos personas que son desconocidas la una para la otra, como lo somos todos, dejan caer de pronto la barrera que las separa y se sienten cercanas, se sienten uno, ese momento de unidad constituye uno de los más estimulantes y excitantes de la vida. Y resulta aún más maravilloso y milagroso para aquellas personas que han vivido encerradas, aisladas, sin amor. Ese milagro de súbita intimidad suele verse facilitado si se combina o inicia con la atracción sexual y su consumación. Sin embargo, tal tipo de amor es, por su misma naturaleza, poco duradero. Las dos personas llegan a conocerse bien, su intimidad pierde cada vez más su carácter milagroso, hasta que su antagonismo, sus desilusiones, su aburrimiento mutuo, terminan por matar lo que pueda quedar de la excitación inicial. No obstante, al comienzo no saben todo esto; en realidad, consideran la intensidad del apasionamiento, ese estar «locos» el uno por el otro, como una prueba de la intensidad de su amor, cuando sólo muestra el grado de su soledad anterior.

Esa actitud -que no hay nada más fácil que amar- sigue siendo la idea prevaleciente sobre el amor, a pesar de las abrumadoras pruebas de lo contrario. Prácticamente no existe ninguna otra actividad o empresa que se inicie con tan tremendas esperanzas y expectaciones, y que, no obstante, fracase tan a menudo como el amor. Si ello ocurriera con cualquier otra actividad, la gente estaría ansiosa por conocer los motivos del fracaso y por corregir sus errores o renunciaría a la actividad. Puesto que lo último es imposible en el caso del amor, sólo parece haber una forma adecuada de superar el fracaso del amor, y es examinar las causas de tal fracaso y estudiar el significado del amor.

El primer paso a dar es tomar conciencia de que el amor es un arte como es un arte el vivir. Si deseamos aprender a amar debemos proceder en la misma forma en que lo haríamos si quisiéramos aprender cualquier otro arte, música, pintura, carpintería o el arte de la medicina o la ingeniería.

¿Cuáles son los pasos necesarios para aprender cualquier arte? El proceso de aprender un arte puede dividirse convenientemente en dos parte: una, el dominio de la teoría; la otra, el dominio de la práctica. Si quiero aprender el arte de la medicina, primero debo conocer los hechos relativos al cuerpo humano y a las diversas enfermedades. Una vez adquirido todo ese conocimiento teórico, aún no soy en modo alguno competente en el arte de la medicina. Sólo llegaré a dominarlo después de mucha práctica, hasta que eventualmente los resultados de mi conocimiento teórico y los de mi práctica se fundan en uno, mi intuición, que es la esencia del dominio de cualquier arte.

Pero aparte del aprendizaje de la teoría y la práctica, un tercer factor es necesario para llegar a dominar cualquier arte el dominio de ese arte debe ser un asunto de fundamental importancia, nada en el mundo debe ser más importante que el arte. Esto es válido para la música, la medicina, la carpintería y el amor. Y quizás radique ahí el motivo de que la gente de nuestra cultura, a pesar de sus evidentes fracasos, sólo en tan contadas ocasiones trata de aprender ese arte. No obstante el profundo anhelo de amor, casi todo lo demás tiene más importancia que el amor: éxito, prestigio, dinero, poder; dedicamos casi toda nuestra energía a descubrir la forma de alcanzar esos objetivos, y muy poca a aprender el arte del amor.

¿Sucede acaso que sólo se consideran dignas de ser aprendidas las cosas que pueden proporcionarnos dinero o prestigio, y que el amor, que «sólo» beneficia al alma, pero que no proporciona ventajas en el sentido moderno, sea un lujo por el cual no tenemos derecho a gastar muchas energías?

Extractado de Fromm, E. «El Arte de Amar»